Lección de fútbol. Un Sabadell pletórico asaltó el Mini dando una auténtico repaso de juego al Barcelona B, logrando así la segunda victoria foránea de la temporada (1-3). La presunta venganza azulgrana tras perder la Copa Catalunya quedó en nada. El 1-0 del descanso, golazo de Mujica por cierto, no reflejó en absoluto lo que se vio sobre el campo, donde mandó de manera abrumadora el conjunto arlequinado. Sólo en el primer cuarto creó hasta cinco situaciones de peligro, pero entre la falta de acierto y la actuación del meta navarro Ezkieta no se movió el marcador de forma casi milagrosa. El Barça B apenas podía achicar agua. Bruno y Eloy Gila, con el respaldo de Pastells y Forniés, fueron puñales por las bandas y la zona ancha era totalmente sabadellense gracias al despliegue de Adri y Agus Medina y la calidad de un Batanero
estelar. Sin embargo, perdonó demasiado el Sabadell (el colegiado invalidó un mano a mano de Manel por fuera de juego inexistente) que lo pagó carísimo antes del intermedio con el tanto de Mujica, con un tiro a la escuadra de Craviotto. El gol podía hacer daño, pero en la reanudación reaccionó de maravilla el conjunto de Miguel Alvarez y, además, el Barça B quedó con diez por la justa expulsión de Fali por doble amonestación. Precisamente en la acción de la falta llegó el empate en una jugada de estrategia que culminó Alcañiz de manera impecable. Segundo gol consecutivo del pundonoroso central madrileño. A partir de aquí, el Sabadell fue un torbellino ofensivo encontrando el premio del 1-2 poco después por mediación de Agus Medina, quien se intercambió el papel con Manel (gran pase el suyo) para fusilar al meta azulgrana. Los arlequinados supieron gestionar su ventaja y superioridad numérica hasta que en la recta final clavaron la puntilla con el 1-3 de Bruno aprovechando un gran pase de Marc Fernández. Entonces se desató la fiesta de la afición sabadellense (unos 300 seguidores) en las gradas del Mini al grito de ‘que bote la Creu Alta’. Una indiscutible victoria que deja al Sabadell con 47 puntos en la tabla y más cerca del objetivo de la Copa del Rey y, lo más importante, dando sensación de equipo, como apuntó un satisfecho Miguel Alvarez en rueda de prensa. ‘Ahora competimos bien, somos sólidos y resolutivos. Ésta es la imagen que queríamos y me alegra dar una alegría así a nuestra gente. Es el premio al trabajo de toda la temporada, pero hay que seguir hasta el final para ilusionar’.
