El Sabadell quiere hacer historia conquistando por primera vez la Copa Catalunya, un torneo esquivo tradicionalmente. Sólo en una ocasión ha alcanzado la final, en 1991, y cayó 3-6 ante el F.C. Barcelona, entonces el primer equipo dirigido por el malogrado Johan Cruyff. Este miércoles (21.15h.) su rival será también el Barcelona aunque en versión filial tras la modificación del formato impuesta por la Federació Catalana. Los arlequinadas tendrán el factor campo a favor (se juega en la Creu Alta) y el talismán del técnico Miguel Alvarez en esta competición. Es su quinta final. Hasta ahora ha ganado dos con el Terrassa (superando al FC Barcelona y Gavà precisamente en el Estadi creualtense) y perdió otras dos con el Mataró y Hospitalet. «Le tengo mucha estima a la Copa Catalunya porque en un momento determinado me dio un cierto prestigio y me permitió estar en el fútbol profesional», recordó un Alvarez que considera una ventaja jugar en casa. «Hemos preparado muy bien el partido para ganar porque sabemos que el título es importante para el club». La competición permite convocar 18 jugadores y realizar hasta 6 cambios, lo cual agrada
a Miguel Alvarez. Con respecto al duelo de Lleida quedaron fuera Forniés y Cesc Clotet y entraron Alcañiz, Pirulo, Sandro y Bruno, plenamente recuperado de sus molestias físicas. Aunque las entradas, según la FCF, están agotadas, es una incógnita el aspecto que presentará la Creu Alta pues la mayoría son invitaciones. El encuentro será dirigido por el colegiado Gustavo Rebollo López.
